Aviso:
“QUIENES ESTAMOS CONSCIENTES DE LA GRAN OBRA DEL GOBIERNO MILITAR,
ANULAREMOS NUESTROS VOTOS EN LAS FUTURAS ELECCIONES (DE CONCEJALES),
EN DEMANDA DE LA LIBERTAD DE LOS SALVADORES DE CHILE ENCARCELADOS,
Y POR EL FIN DEL PREVARICADOR ACOSO JUDICIAL EXISTENTE EN CONTRA DE ELLOS”

viernes, 11 de abril de 2008

Relación Sexual y coito.


"Comparto con usted que los 14 años es una edad muy prematura para la iniciación sexual, ...pero a los 16 años no.
Hombres y mujeres están aptos físicamente ...y DEBIERAN estarlo mental y educativamente."
Relación sexual no debe confundirse con coito... y bien se dice 16 años ya es una edad en que como adolecentes estamos preparados para iniciar la aventura. De esto se desprende la importancia que existe en diferenciar enseñanza y educación, los roles asignados en ambos casos, a la familia e al Estado. La familia o el hogar tiene el derecho privativo y obligado de ambos conceptos, el Estado accede a ambos pone énfasis en la enseñanza, pero nunca sobrepasando los derechos que le corresponde a la familia o el hogar. Referido a la sexualidad, salta la controversia, por lo mismo es que deben existir formulas que armonicen el papel del Estado respecto de la familia, pero de ninguna manera el Estado debe estar por sobre lo que le corresponde educar y ensenar a la familia en cuanto a la sexualidad.
Somos seres humanos, no animales que usan el sexo como elemento reproductor. La sexualidad humana es diferente, esta relacionada con placer y felicidad, lo que es bueno para uno puede no ser bueno para otros. Así puede darse el caso de que una joven a los 16 años es madura y activa sexualmente, y otra de 20 o mas, es inmadura y pasiva. La actividad tiene etapas, y el coito dependiendo de las influencias del medio tiene o no importancia en los inicios de la vida sexual. ¿Que nos ha llevado al desenfreno y el libertinaje en nuestra juventud? Hay cientos de tratados y tomos que ofrecen respuestas, pero ninguno de ellos llegan a ser infalibles, nada ni nadie puede sobrepasar el ideal de responsabilidad y libertad que debe existir para decidir cuando es el momento de la iniciación sexual.

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