Como cristianos, ninguna muerte tortura o apremio debe ser fomentado ni justificado. No obstante, cuando el Estado, su soberanía, su tranquilidad,la seguridad de los ciudadanos corren peligros mortales, no somos nosotros los civiles los llamados a juzgar a quienes nos defienden.
La ley de amnistía corta y precisa, se justifica plenamente, porque los 17 años del Gobierno Militar fueron una sabia y oportuna "excepción" y la ley fue justamente dictada para dejar atrás los aciagas situaciones que como conciudadanos nos separan.
No nos dejemos arrastrar por artimañas izquierdistas que buscan "reinventar la historia". Con fines siniestros, enmarcan los 17 años de un gobierno autoritario en un ambiente en que "todos llevábamos una vida normal", en el que la izquierda sentada esperaba que se cumplieran los pasos de la transición política, todos sabemos que hasta la visita del Papa Juan Pablo II fue usada para mostrar la clase de terror y violencia de la que son capaces.
Y que no nos asuste ni asombre el decir, que el GM fue un gobierno con trazas de "dictadura institucionalizada", efectivamente... eso fue, y todos nos obligamos a ceñirnos a las reglas impuestas, había que hacerle frente, sin trepidar, a la violencia y al ataque cobarde de la izquierda, tanto interna como externamente lucharon y luchan por sus dogmas, sin importarles herir a la Nación.
Si se observan con objetividad las acciones con las que la izquierda trataba de imponer en el país caos y división, ante ellas no existió otra manera ni forma en que el Gobierno Militar pudiera conducir el Estado, para el beneficio y la tranquilidad de toda la ciudadanía.
Regidos primero por Decretos Leyes que emanaron de la Junta de Gobierno alta y bastamente difundidos por todo medio de comunicación posible, el país se volvió a poner en marcha.
Después de 1980 nos circunscribimos a un Estado de Derecho anunciado, regido por leyes que emanaron de una legitima Constitución, con poderes del Estado separados e independientes, que dieron paso a una "Transición hacia la Democracia", que todos aceptamos respetar y cumplir, incluso la "izquierda".
Mas, como tantas veces, sólo fue un decir, la izquierda no cumple ni respeta acuerdos, porque por un lado agitaba la bandera de la paz, y en la otra blandía armas y fuego.
Remarquemos, que el ex-presidente Pinochet y su Gobierno Militar, entre tantas vicisitud lograron salir adelante...cumplieron.
Las situaciones relacionadas con la conculcación de DD.HH., de algunos de nuestros compatriotas, debe ser superada, es la única fórmula válida, para volvernos a ser una Nación monolítica e integra. Las proposiciones de la izquierda, encierran más dolor, división y robos.
De hecho existen la Ley de Amnistía, y la Prescripción. Lo que se agregue a estas dos realidades corresponde a burdas y arteras mentiras y patrañas que la izquierda inventa y usa, principalmente porque ha usurpado, ha violado la Justicia.
Investigar, esclarecer, reclamar del Estado responsabilidades civiles debió ser siempre el camino,este no obliga a que se prive de la libertad y la honra, a soldados y carabineros que se merecen repito : "toda nuestra comprensión, consideración, agradecimiento y respeto. "
La izquierda miente por ideología y doctrina. Sin embargo debemos aceptar que tenemos que convivir con quienes son sus apologistas, pero no sin antes dejar claramente establecido, que convivir no significa aceptar su tiranía ni su dominio.
Mientras exista un Hermógenes Perez de Arce, no todo esta perdido ni en manos del izquierdismo, y estemos seguros de que por ese hecho, todavía existe la esperanza de que en Chile se pueda recuperar la democracia, y que vuelvan a imperar la Justicia y el Derecho.
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