Chile: "historia que hoy la izquierda, busca que olvidemos."

"Mis respetos por su consecuencia en su defensa del unico dictador de la limpia historia chilena; "

En oportunidades pasadas, hemos señalado que nuestra historia no ha sido diferente a la de muchos de nuestros países hermanos en cuanto la inestabilidad política, como nación nunca nos hemos separado de la senda del progreso, no obstante hemos sufrido serias crisis. A partir de la Constitución de 1828, por conflictos con el Congreso, en 1829 José Joaquín Prieto levanta el ejercito dando inicio a la revolución de 1829 haciendo renunciar al presidente Francisco Antonio Pinto y al Vicepresidente Francisco Ramón Vicuña, tras dos batallas Ochagavía y Lircay, los seguidores de José Tomas Ovalle ganan la guerra civil desatada. La victoria de los revolucionarios coloca en el gobierno al presidente a don José Joaquín Prieto
quien asume en 1831, junto con el su ministro plenipotenciario don Diego Portales quien impone su ideología política: "gobierno obedecido, fuerte, centralizador, respetado y respetable, impersonal, superior a los partidos y a los prestigios personales", en este periodo se promulga la Constitución de 1833, esta entregó poderes amplios al Presidente de la República quien sería elegido por sufragio censitario (obligaciones especiales para elegidos y electores) por un período de 5 años y reelegible por otros 5. El país goza de una relativa calma y se controla la anarquía, no obstante en un periodo de 60 años ocurren 3 nuevas revoluciones, 1851 los liberales se alzan en contra del gobierno de Manuel Montt , fracasada la Revolución, se inicio una persecución política contra los instigadores de la revolución.
Apoyado en su ministro del Interior Antonio Varas, y con facultades especiales otorgadas por el Congreso, se realizaron detenciones y se exiliaron a decenas de opositores al gobierno entre ellos Lastarria, Bilbao, Arcos, Vicuña Mackenna, y otros tantas decenas. Paradojalmente, en el exilio se produjo un quiebre entre los opositores al presidente Montt y el ministro Varas, creándose dos tendencias: por un lado Francisco Bilbao (marxista en ciernes), que llamaba a rehacer la revolución por la vía de las armas, y por el otro Lastarria, que buscaba volver a la democracia por la vía institucional.
Se impuso Lastarria.
La revolución del 1861 es considerada así por las gran inestabilidad política y la importancia del poder de los conservadores y liberales que se dividieron, dando lugar a los primeros pasos de la separación del Estado con la Iglesia, y la aparición del "radicalismo" organizado como partido político.
No obstante establecida una relativa estabilidad a los finales del gobierno del presidente Balmaceda, se produce un desacuerdo por la aprobación del presupuesto nacional para 1891,por parte del Congreso. En marzo de 1891 se produjo el rompimiento, en análogas situaciones previas a las que vivimos entre 1970 y 1973, el gobierno de Balmaceda se enfrento con el Congreso, llegando a la Guerra Civil, guerra incruenta y despiadada, en que no hubo respeto alguno por los DD.HH., ya en posteo anterior lo mencionamos. Sin precedentes, fueron muertas más de 4 mil personas que se pudieron registrar, aparte de otros cientos de desaparecidos, de los miles que escaparon a la muerte, torturados y exiliados.
Hay que considerar que la población de nuestro país, apenas superaba a los 2 millones de habitantes.
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ver blogoteca 8 # 1 Chile: Masacre "Las Cañas".1891.

Posteriormente desde finales de los 1800s hasta los 50, nuestra historia sigue enmarcada en gestas y actos revolucionarios, caudillismo, Juntas de Gobierno, Alessandri, Ibañez, Ross, Grove, Davila. Con una nueva Constitución (1925), son periodos de relativa estabilidad que se pueden vislumbrar con los gobiernos radicales (Frap), aunque claramente la obstinación y las ansias marxistas por el poder, ya marcaban la culminación de la historia que todos conocemos, y que ocurrió específicamente a partir del Gobierno de Don Eduardo Frei, cuando en un marco de la "Guerra Fría", los izquierdista en Chile se alinearon abiertamente con el "castrismo soviético" y la violencia terrorista , y ahí se empieza a escribir otro capitulo de nuestra historia, tan negro como el de 1891.


La historia de Chile es una historia que hoy la izquierda, busca que olvidemos, la tergiversa, con el único afán de justificar el pasado inmediato de las ultimas 4 décadas (gramscianismo), intenta degradar los hechos, tales como el de estos "dos terroristas" y la infamia hacia Carabineros, que don Hermógeneselocuente y valientemente nos trajo al presente. Todo en favor de la nueva forma de lucha por allegarse "al poder".

Imponer el totalitarismo futuro, se consigue mediante un "lavado de cerebro sistemático